Crónica de un Sueño

30 diciembre 2011


Se presenta difícil la tarea que me dispongo a cometer, pues resumir en unas cuantas líneas todo lo acontecido a lo largo de este año que termina es tarea ardua, aunque, no lo negare, también muy placentera. Hecho lavista atrás y me encuentro a un muchacho pegado a una mesa, con la vista cansada de tanto estudiar, pensando en lo que se le venía encima, sin poder siquiera imaginar la magnitud y el impacto real que tendría en su vida. Responsabilidades, oportunidades, diversión, sorpresas, libertad, amistades, cosas que podrían ser, otras que quizá nunca serían..., muchas eran las ideas que rondaban mi cabeza hace doce meses.

Los comienzos fueron duros, aunque es normal cuando estas en la recta final de una carrera y te has guardado el resto para sacarlo justo en ese momento. Menos mal que la proximidad de mi gran homenaje tras el MIR, que no era otro que mi anhelado viaje al país del sol naciente con casi el mismo recorrido de planificación que dicho examen, endulzaba esta situación y me daba fuerzas para seguir adelante. Llegó el día clave, uno de esos pocos días en la vida en los que el futuro está en tus manos y no puedes dejarlo escapar. Toda una cita con el destino. Superada la prueba, con los nervios aún a flor de piel y la digestión a medio hacer, me encontraba preparando la maleta y despidiéndome de familiares y amigos. Empezaba lo bueno. 

Bebiendo una cerveza Asahi en Tokio

¡Saru! El macaco japonés

09 diciembre 2011


Llevaba demasiado tiempo sin escribir algo sobre el viaje que dio origen a este blog. Tenía ganas de contar algo distinto, por lo que a base de pensar y rebuscar creo haber encontrado un pasaje que puede resultar ciertamente interesante sin perder el humor que englobó dicho momento.

En esta ocasión regresamos a Kioto, la vieja capital imperial. Estamos al oeste de la ciudad, en el distrito de Arashiyama, donde las aguas del río Katsura descienden marcando los límites de la urbe y las montañas ayudan a esta labor como si de muros se tratase, guardando el llano, tan preciado y escaso en el Japón, que se extiende a sus pies. Íbamos en busca de un pequeño ser que, según prometían las guías, podríamos encontrar si agudizábamos los sentidos, el macaco japonés. Pues bien, atravesamos el famoso bosque de bambú, nos adentramos por los pies de la montaña, indagamos por los templos, cruzamos algún que otro jardín y hasta pasamos por la casa de un conocido actor, pero no logramos hallar rastro. 

Parque de monos Iwatayama en Kioto
En el parque de Iwatayama con Kioto al fondo

Ancestros de Cantón

01 diciembre 2011


Primera mañana en la China continental, desayunamos mientras disfrutamos de la pausa y plasticidad del cuerpo humano que muestran las gentes de Guangzhou, multiplicado por varias decenas, en la práctica de la gimnasia matutina que tanta pasión despierta por estas tierras. Estamos junto a los muros del Hall ancestral del Clan Chen, hogar, escuela y refugio del linaje más importante de la ciudad en el pasado.

El edificio, subvencionado por las 72 familias que formaban el Clan, data de finales del siglo XIX. Construido al estilo Lignan, combina las tradiciones arquitectónicas de China, Japón y occidente para dar a luz un conjunto equilibrado y cuidado al detalle, con una brillante distribución de estancias y espaciosos patios donde disfrutar de sus magníficos techados que, tanto por su colorido como por su representatividad, llamaron particularmente mi atención.