Contraste con la torre de Tokio al fondo |
Allí estaba el templo Zojo (Zojo-ji) con
Sobre la historia, el recinto, dedicado al budismo, fue
construido a finales del siglo XIV y trasladado a su localización actual dos
siglos más tarde por orden de Tokugawa Ieyasu (primer Shogun de la era
Tokugawa), quien lo eligió como templo familiar.
Tras el impacto inicial le enseñé a Jose como se debía realizar el rito de purificación. La forma de actuar es la siguiente, se coge un pequeño cazo de metal que suele estar junto a una fuente y se llena, a continuación se derrama parte del agua sobre una mano y luego sobre la otra para finalmente con el agua que reste enjuagarnos la boca, sin olvidar que no debemos tragarla, sino escupirla. Esta es la manera más básica y generalizada, aunque descubrimos que existían más formas de hacerlo. Paseamos por el lugar, todo era nuevo y no conocíamos el significado de muchas cosas, la ilusión y el júbilo, ligeramente mitigados por el cansancio, despertaban dentro de mí a pasos agigantados. Contemplamos la magnífica puerta principal (Sangedatsu Mon), única construcción que aguantó en pie tras los bombardeos de la Segunda Guerra mundial, y el escenario que estaban montando para celebrar la fiesta delSetsubun, que tendría lugar al día siguiente y de la que hablaré más adelante.
La continuación y fin de esta historia en la próxima entrada, hasta entonces, disfrutad.
La Sangedatsu mon |
Tras el impacto inicial le enseñé a Jose como se debía realizar el rito de purificación. La forma de actuar es la siguiente, se coge un pequeño cazo de metal que suele estar junto a una fuente y se llena, a continuación se derrama parte del agua sobre una mano y luego sobre la otra para finalmente con el agua que reste enjuagarnos la boca, sin olvidar que no debemos tragarla, sino escupirla. Esta es la manera más básica y generalizada, aunque descubrimos que existían más formas de hacerlo. Paseamos por el lugar, todo era nuevo y no conocíamos el significado de muchas cosas, la ilusión y el júbilo, ligeramente mitigados por el cansancio, despertaban dentro de mí a pasos agigantados. Contemplamos la magnífica puerta principal (Sangedatsu Mon), única construcción que aguantó en pie tras los bombardeos de la Segunda Guerra mundial, y el escenario que estaban montando para celebrar la fiesta delSetsubun, que tendría lugar al día siguiente y de la que hablaré más adelante.
La continuación y fin de esta historia en la próxima entrada, hasta entonces, disfrutad.
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