Últimas nuevas y partida a oriente

Como prometí, aquí me hallo escribiendo horas antes de mi partida hacia oriente. Ya establecido como ritual, es más por cumplir la tradición que por aportar algo nuevo a lo ya adelantado en semanas previas; o puede que aún quede algo. En cualquier caso una breve exposición de sensaciones y expectativas no creo que haga daño a nadie. Bien sabéis que mi idilio con Asia nació con Japón, del que reconozco estar enamorado, aunque no permito que nuble mi juicio con respecto al resto de sus hermanos. Este continente cada día me fascina más. Quizás sea por el importante choque cultural, y eso que occidente cada vez mete más la mano por si no la hubiese metido poco en el pasado, puede que sean sus gentes, tradiciones o forma de entender la vida; lo único que sé es que cuando estoy allí me siento diferente, liberado, alegre. No es que en mi querida Alcarria carezca de estos sentimientos, al revés, sin embargo la forma de interpretarlos es distinta.

Mi última mirada a Asia frente a la isla de Hong Kong

Tanto Vietnam como Camboya han pasado por momentos muy difíciles en las últimas décadas. La guerra las dejó heridas, aunque parece que el tiempo ha sabido curarlas hasta lograr la anhelada paz y hermanamiento que se vive en estos días. Mi deseo es empaparme de él, pero a la vez recordar la oscuridad de una guerra y un genocidio que marcaron una época de la historia.

En ámbitos más terrenales espero degustar la buena cervezadel sudeste asiático y su aún mejor gastronomía. No veo el momento de poner unos palillos en mis manos con un buen cuenco humeante de sopa y fideos. Entre las rarezas culinarias que nos pueden ofrecer se encuentran desde cocodrilo, insectos, serpiente y hasta perro. Mentiría si dijera que no siento curiosidad por probarlos.

La sorpresa prometida ya no puede esperar más. Muchos lo sabéis por mi, a otros quizás les asombre, pero del itinerario que marque al principio cuando presenté el viaje puedo decir que seré el único que lo complete, o lo que es lo mismo, estaré una semana entera solo en Vietnam. Por distintas excusas ninguno de mis acompañantes podrá terminar esta la ruta conmigo, dejándome en la estacada el día 3 de noviembre en Hanoi. Será mi primera experiencia viajando solo, si no contamos mi pequeña aventura de Santiago a Finisterre, que poco tiene que ver con esto. Me servirá para probarme y ver si en futuras ocasiones sería capaz de aguantar si me veo en las mismas.

Un paraíso nos espera, tanto a nosotros como a vosotros, puesto que blog mediante espero poder ir actualizando relatos, fotos y algún video, aunque sé que no será lo mismo. En cualquier caso, Asia nos aguarda una vez más.