Paseando por Guangzhou

Una de las cosas que más me impresionaron de China fue la gran actividad, tanto de día como de noche, que se desarrollaba en los parques, siempre llenos de vida y personas de todas las edades realizando actividades de lo más diverso. Entre todos recuerdo con gran afecto el parque Renmin de Guangzhou, una de las pequeñas sorpresas inesperadas del viaje.

Habíamos estado gran parte de la tarde en la calle Beijing, una de las más históricas y concurridas de la ciudad, donde se concentra gran parte del comercio y se descubre el verdadero consumismo que mueve a la actual sociedad china. Mareados de tanta luz y sonido nos fuimos a cenar algo, disfrutando de camino con las viejas calzadas cantonesas, excavadas y bellamente exhibidas, que se superponían en una sucesión de siglos cubriendo el pasado y ocultas durante siglos a los ojos de los actuales viandantes. 

Punto cero de Guangzhou

Con el estómago lleno decidimos volver al hostal dando un paseo. Pese a que la temperatura había bajado varios grados, el sudor aún me humedecía la frente y notaba las piernas pesadas, cuando, en medio de mi pesar, encontré el oasis que palió mis pesares. Cual ilusión en medio de modernos edificios aparecía sin tener que aparecer, pues no aparecía en nuestros mapas, el parque Renmin, constituido alrededor del que se considera punto cero de Cantón a partir del cual se fue formando la urbe.

Pese a lo avanzado de la noche estaba rebosante de vida, desde niños hasta ancianos sin dejarnos los policías cuidando del orden del lugar. Todo el mundo activo y un goce para el espectador, que mientras camina puede asistir a ensayos de grupos corales, juegos populares, auténticas acrobacias jugando a la pelota, coreografías, partidos de bádminton o el arte del dibujo de caracteres. Pese a la belleza del conjunto y lo cuidado del mismo nada es comparable a las sonrisas sinceras que me regalaron iban regalando según me cruzaba con la gente. 

Practicando caligrafía con agua

Es realmente en sitios como este donde se respira la esencia de una cultura milenaria y se puede interpretar la filosofía de un pueblo más allá de cualquier prejuicio o idea preconcebida y que marcan la diferencia con otros momentos a lo largo de un viaje. 

¡Espero que disfrutéis del paseo! 

Ensayando canto

Jugando a la pelota