Un año de miel y sushi

Con unos días de retraso, aunque no por ello hay que dejarlo pasar, y pese a que parezca mentira, este blog y el viaje que lo inspiró cumplen su primer añito de vida. Lo que empezó siendo una vía de comunicación con amigos y familiares sigue siendo exactamente eso, una ventana al mundo y a mi querida Alcarria abierta a todo aquel que desee curiosear, conversar o simplemente echar un vistazo; en ese aspecto no hemos cambiado. Al principio la duración y temporalidad de las entradas era una incógnita, sin embargo no engaño a nadie diciendo que le cogí el gusto a poder escribir de vez en cuando y tener una vía por la que compartir experiencias de forma pausada y procurando buena letra, aunque no siempre guste.

Recuerdo con especial cariño la noche en la que redacté las primeras líneas, con emociones muy entremezcladas ante el hecho de enfrentarme en escasas horas a uno de los exámenes más importantes de mi vida, por no decir El Examen, y de marcharme poco después al viaje más importante de mi vida hasta la fecha. A partir de ese momento un sinfín de situaciones y relatos han seguido aumentando el volumen literario de esta página, a veces discontinuamente y otras con menor fluencia de la deseada, pero siempre sin perder hilo.

Tengo algunos deseos para este año nuevo bloguero que no sé hasta qué punto lograremos cumplir, y hablo en plural porque los lectores también tenéis mucho que ver en ellos. Me gustaría mucho que de vez en cuando dejaseis algún comentario en las entradas. No tiene por qué estar relacionado con el tema en cuestión, podéis dejar sugerencias, críticas sobre la redacción, peticiones, dudas, ruegos y preguntas que muy gustosamente responderé y atenderé con la mayor presteza. ¡Animaros!

Por lo demás, cumpliendo con la tradición y conmemorando casi sin querer la fecha de partida hace un año a Japón, mañana emprendo viaje hacia Italia, para ser más concretos la región de Emilia - Romaña. En esta ocasión con mi hermano como compañero y con una duración menor de la que estamos malacostumbrados últimamente; eso sí, el interés de la visita no desmerece para nada destinos previos, visitando ciudades como Parma, Ferrara, Rávena, Módena o Bolonia. No sé si podré publicar algo desde allí, pero os aseguro que a mi regreso tendréis las ya clásicas impresiones generales y más paulatinamente las visitas en profundidad.

De aventuras con mi hermano hace ya años

Espero que esta nueva etapa venga acompañada de nuevos viajes, aventuras y eventos que compartir con vosotros. Mientras tanto y a modo de regalo de cumpleaños un pequeño guiño profesional, cuidaros en salud, que no es poco. Yo ya me imagino con una Birra Moretti o una Nastro Azzurro en la mano...

¡Pasadlo bien y disfrutad!