Caminábamos por las calles aledañas a la Plaza Mayor de Bolonia, entrando de vez en cuando a los distintos y muy variados comercios que las pueblan para cotillear un poco y de paso calentarnos, pues ya había anochecido y la nieve no nos daba demasiada tregua. Llevábamos todo el día andando y ya el cansancio comenzaba a hacer mella, así que emprendimos retirada a nuestro hostal. Sólo habíamos avanzado unos metros cuando mi hermano Diego se fijó en una cafetería que le llamó la atención. Nos aventuramos a su interior. Olor a café y bollería, gente sentada leyendo, una decoración interesante y... ¡una librería!
Fachada de la iglesia de San Mateo degli Accarisi |
Sí, no puedo negar que los libros son una de mis grandes pasiones y que dentro de poco ya no voy a saber dónde meterlos. Sin embargo aún había más, pues desde comida hasta cerveza o vino podían aderezar el placer de la lectura sin salir del edificio, cuya historia es más que admirable. Construido sobre una zona romana de la ciudad y conteniendo restos medievales, como la fachada de la iglesia de San Matteo degli Accarisi, su forma actual data de mediados del siglo XIX, cuando fue concebido como mercado para más tarde pasar a ser un cine de nombre Ambasciatori, el cual mantiene hasta la actualidad.
Tres plantas se reparten el espacio, conectadas con escaleras mecánicas de subida y varías metálicas de bajada, cada una con sus particularidades y todas con sillas para que el visitante se sienta como en casa y pueda leer tranquilamente u ojear de forma descansada.
La primera, como ya hemos comentado, cuenta con una cafetería, un rincón para presentaciones, bien acompañado por un piano, y la zona de cajas (una para productos varios y otra exclusiva para libros).
En la segunda encontramos una pequeña despensa donde venden
productos regionales, desde charcutería hasta mermelada, pasta e incluso
utensilios de cocina. En su anexo gastronómico correspondiente encontramos,
además de varias mesas (algunas dentro de la propia librería), una trattoria de ambiente distendido y con
muy buena presencia.
Para rematar, en la tercera planta, además de encontrar las secciones de historia y viajes, que son algunas de mis favoritas, tenemos una osteria en la que se pueden degustar diversos vinos italianos y cervezas del mundo y en donde cenamos esa noche con una nota de sobresaliente.
Un lugar realmente especial en el que se dan cita cultura, gastronomía, arte y arquitectura en sin igual mezcolanza que armoniza y complementa de forma sutil, casi perfecta, campos tan distintos y a la vez tan cercanos.
Si tenéis ocasión de acercaros por Bolonia no dejéis pasar la oportunidad de visitar este lugar único en el mundo. Lo encontrareis en el cruce entre via degli Orefici y via Drapperie, cerca de las torres de la universidad. Espero que os guste tanto como a mí.
Cenando en la Osteria con la librería al fondo |
Apuntado en mi lista de lugares que visitar
ResponderEliminarSiempre puedes aprovechar una escapadita de fin de semana para acercarte... Jeje
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, aunque seguro que te ja gustado más el partido de hace un rato. Un abrazo!!