Como bien sabéis, ya ha pasado un año del terrible terremoto que golpeó Japón y estremeció al mundo entero. Desde estas mismas páginas
contábamos las primeras reacciones y el desarrollo de nuestra situación dentro
de la tragedia que una vez más hacia acto de presencia en aquella lejana isla
que tanto ha soportado a lo largo de su historia. En las semanas previas habíamos
hecho amigos, conocido multitud de personas y sido acogidos con gran afecto,
nos sentíamos como en casa. Fue por ello que los días que siguieron viví la
situación como uno más, pasando las noches en vela mientras trataba de
enterarme de alguna noticia y preparado en todo momento para enfrentarme a
nuevas réplicas, sin dejar de pensar en la difícil situación que se venía
encima y el incierto futuro que nos esperaba.
Durante estos meses la sensación ha dejado paso a la
reflexión. Es cierto que al principio la incertidumbre y la falta de
información dominaron la situación. Hubo cosas que se pudieron hacer mejor,
aunque también algunas medidas acertadas. Desde fuera del país la catástrofe se
magnificó hasta puntos impensables y se encendieron debates sobre la energía
nuclear. En medio de esa vorágine de morbosidad y gratuidad de comentarios de
vez en cuando quedaba algún hueco para la esperanza. Aparecían supervivientes,
comenzaban los trabajos de limpieza y rehabilitación, se controlaban las fugas
radioactivas, florecían un año más los cerezos.
El tiempo ha pasado y sigo sin encontrar las palabras adecuadas para mostrar mi admiración hacia el pueblo nipón por su capacidad de superación y estoicidad. El Kanji del año 2011 en Japón fue la palabra "unión". Personalmente creo que no podrían haber elegido uno mejor. Esa es la verdad del pueblo nipón y uno de los lugares donde radica su fuerza. Por mi parte lo único que puedo hacer ahora mismo es seguir dándoles ánimos y asegurarles, al menos eso espero, una no muy tardía visita. Hasta entonces, ¡banzai nihon!
Para terminar os dejo con grabaciones de los días que
siguieron al seísmo y algunas fotos relacionadas.
Periódico del día después de la catástrofe |
Un día que jamás olvidaré.
ResponderEliminarUn abrazo!
Si, yo tampoco lo olvidaré nunca. Espero que se recuperen lo antes posible.
ResponderEliminarGracias por tu comentario Pau. Un abrazo y buen fin de semana!!!