En esta ocasión os quiero presentar un nuevo objeto
tradicional de la cultura nipona, el Sarubobo (さるぼぼ). Se trata de
un amuleto muy ligado a la ciudad de Takayama, en la prefectura de Gifu,
corazón de los Alpes japoneses. El mío lo compre en Shirakawago, un pueblecito tradicional de esta región, cuando se celebraba el Día de la Fundación Nacional.
Es un pequeño muñeco con forma humana que antiguamente las
abuelas tejían a partir de viejos kimonos y se lo regalaban a sus nietos para que
les sirviera no solo como juguete, sino también como protección. Actualmente está
presente tanto en templos como en tiendas, donde podemos adquirirlo en
distintos tamaños y colores.
Si nos ceñimos a la traducción y desgranamos el término nos
quedamos con dos palabras, Saru (猿), cuyo significado ya deberíais conocer
los lectores de este blog, que es mono, aunque también es la pronunciación de
partir o irse. Bobo (ぼぼ) procede de la palabra babosa (ぼぼさ) en esta región y
significa bebe, pero cuidado, pues en Kyushu, al sur del país, significa
genitales femeninos y/o coito. Lo más interesante es que poniéndolo todo en
conjunto nos queda "bebe mono" por un lado y marchar o irse por otro,
para alejar los males.
El típico es de color rojo, por el parecido con el tono de cara del macaco japonés cuando es pequeño y porque culturalmente es un color que se emplea para alejar la mala suerte y las enfermedades. Con su comercialización han aparecido muchos otros:
- Azul - Para la suerte en el estudio y en el trabajo.
- Amarillo - Para la suerte en el dinero.
- Negro - Para alejar la mala suerte.
- Rosa - Para la suerte en el amor.
- Verde - Para la suerte en la salud.
Se dice que la falta de rostro es para que cada uno pueda
reflejar sus sentimientos y emociones en él.
Os dejo esta página por si queréis ver más modelos. Si alguna vez visitáis esta zona no dejéis de haceros con uno, no os arrepentiréis y sorprenderéis a más de uno si lo empleáis como regalo.
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