“Me lamentaba de no tener mejores zapatos... hasta
que ví un hombre que no tenia pies”
Proverbio
japonés
Nuevo mes y nuevo souvenir para hacer buen estreno y, si se me permite, uso del verano. Tras haberlas contemplado en varias películas y terminar por enamorarme al ver la serie de animación “Samurai Champloo”, estaba obligado a dejar un hueco en la maleta para traerme un par de mi viaje a Japón.
Las geta
(下駄) son un tipo de calzado tradicional fabricado con madera,
adoptando forma de sandalia elevada. Nació con fines prácticos, como evitar el
roce de la indumentaria contra el suelo y
lidiar con inclemencias meteorológicas. Forma parte del vestuario nipón desde
tiempos ancestrales, empleándose como complemento del kimono o el yukata,
aunque en la actualidad se combinan con todo tipo de ropa. Se utilizan a lo
largo de todo el año, resultando muy útiles en invierno para protegerse de
lluvia y nieve por su mayor altura, así como en verano, con el pie descalzo y
fresco.
Los elementos que la componen son los
siguientes:
- Dai: es la tabla principal. Generalmente se obtiene a partir de madera de Paulonia, resistente y muy liviana. Su forma es rectangular en las destinadas a los varones y oval en el caso de las féminas. Generalmente el color es el propio de la madera barnizada, aunque también podemos encontrarlas lacadas o pintadas en tonos rojos o negros.
- Ha: son los dientes que aguantan al dai, cuyo origen y color va acorde a este. Su tamaño puede variar, así como su estilo pues, aunque lo habitual es que las geta tengan dos ha, existe un modelo especial, llamado Tengu-geta, que solo tiene uno. Los dientes pueden ir reforzados en su base con láminas de madera y/o goma para evitar el desgaste.
- Hanao: es el cordón de forma triangular que sujeta el pie. Están hechos de terciopelo o cuero, rellenos de algodón, con un cordón de fibras sintéticas en su interior que sirve para anudarlo (antiguamente el cordón estaba hecho de cáñamo). Las formas más sencillas van en color rojo, negro o blanco, mientras que los destinados a las mujeres suelen presentar dibujos y figuras muy variadas, inspiradas en la naturaleza y con vivos colores.
El sonido que hacen al andar se conoce
como “Karan Koron”, especialmente añorado en la actualidad por los japoneses de
mayor edad. En las grandes ciudades es más difícil encontrar gente que los
lleve puestos, aunque en Kioto si que pude ver a un señor corriendo con unas
tengu-geta que me dejo impresionado. Si nos desplazamos a zonas más rurales y
sobre todo, si vamos en verano, es más probable que las veamos.
Hacerse con unas es bastante sencillo,
pues las venden a lo largo y ancho del país en todo tipo de establecimientos,
desde tiendas de recuerdos hasta zapaterías. Las mías las compré en Miyajima y
las de mi madre en Beppu como regalo de cumpleaños, que le entregue días más
tarde vía webcam desde Kagoshima a altas horas de la madrugada. No les doy
tanto uso como me gustaría, pues pasear con semejante calzado por Guadalajara atraería
las miradas de más de uno, aunque si que las usamos para andar por casa o en
algún evento especial. Mi madre usa las suyas para pasear en verano e incluso
para ir a la piscina.
Por cierto, una vez se aprende a caminar
con ellas resultan muy cómodas. Son uno de los objetos que más deseaba antes de
ir y de los que más expectación creó a mi regreso.
Un souvenir muy original y auténtico como pocos ;)
ResponderEliminarSí, llama bastante la atención cuando nos las ponemos, jeje. Con las tengu no me atreví, aunque fue espectacular ver a ese señor corriendo en medio de los arcades de Kioto...
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