Los gritos del silencio

Este título siempre me recordará algunos de los escasos fotogramas cinematográficos que conservo de mi infancia. No sabría decir que edad tenia, pero aquel hombre chupando la sangre del cuello de una vaca cual vampiro en busca de supervivencia o el mismo personaje cayendo en una zanja llena de cadáveres me dejaron impactado. Durante mucho tiempo esas imágenes se hermetizaron en mi memoria esperando su momento, no siendo hasta hace unos años, coincidiendo con un pequeño ciclo de cine que monte para mi mismo sobre la Guerra de Vietnam y demás conflictos de la época en el sudeste asiático, cuando por fin logré visionar el film otra vez. De nuevo me volvió a calar hondo, sin embargo, al igual que la mayor parte del ciclo, no llegué a apreciarla en toda su dimensión, pues me faltaba conocer bien el marco histórico de los acontecimientos para terminar de ser consciente de lo que tenía ante mí.

Este error quedó subsanado la semana pasada. Con los hechos bien situados gracias a la motivación de mi próximo viaje estaba listo para volver a ponerla en cartelera. Las sensaciones fueron totalmente distintas a anteriores veces. El conflicto, los personajes, el contexto, los sentimientos; todo adquiría un nuevo sentido. La amargura interna solo quedaba apaciguada por el emotivo final, enternecedor fluidificante de miradas. Me dejo serio, reflexivo y ávido de más información.

Tratare de explicar la situación. Durante la Guerra de Vietnam (1964 - 1975) el Vietcong hizo uso de territorio camboyano en su lucha contra Estados Unidos y la República de Vietnam del Sur. En 1969 y sin permiso de nadie el presidente Richard Nixon inicia los bombardeos en este país con el fin de diezmar el poder militar del enemigo, aunque la misión resulta un fracaso. En 1970 autoriza la entrada militar a Camboya tras incentivar un golpe de estado y colocar un gobierno títere favorable a sus intenciones. Un pequeño grupo comunista dentro del país conocido como los Jemeres Rojos o Khmer Rojo, con poca presencia antes de estos hechos, comienza a crecer en poder y autoridad, sobre todo con la ayuda de China. La población, hastiada de las matanzas, abusos del gobierno y engañada con la promesa de restitución del antiguo rey, Norodom Sihanouk, se moviliza a favor de estos últimos.

Los bombardeos finalizan en 1973 (siendo tres veces mayores que los producidos en Japón en la Segunda Guerra Mundial) y dos años más tarde los americanos abandonan el país a su suerte. Se funda la Kampuchea democrática bajo el mando del comunista Pol Pot, uno de los mayores genocidas de la historia, con la idea fundacional del Año Cero. Todo lo ocurrido previo a esa fecha debe ser olvidado. La capital es evacuada al completo, se moviliza la población al medio rural para trabajar en los llamados "campos de la muerte". Los niños son los nuevos líderes, se les adiestra para matar y torturar. Aquello que tenga relación con el extranjero es erradicado. El país se cierra sobre sí mismo y comienza un horrible baño de sangre en el que son asesinados más de un millón y medio de personas.

A finales de 1978, tras varias incursiones del ejército camboyano en la vecina Vietnam, estos últimos le declaran la guerra, poniendo fin al reino de terror de los Jemeres Rojos el 7 de enero de 1979.

Internacionalmente conocida como "The Killing Fields", la película narra la historia del corresponsal americano Sydney Schanberg y el reportero camboyano Dith Pran, que será su ayudante, guía, intérprete y con el tiempo amigo. Durante su estancia en la capital, Phnom Penh, desde 1973 hasta 1975 relatan el conflicto civil y la debacle estadounidense. A partir de ahí y tras la llegada al poder del Khmer Rojo, los destinos de ambos personajes son muy diferentes.

Retrata perfectamente la miseria y los crímenes acaecidos durante ese periodo, siendo un documento gráfico de enorme valor como vía de introducción al proceso, tanto si os interesa este como si solo queréis ver una buena película. Tras poneros en situación os recomiendo su visionado, no os defraudará.