Setsubun significa cambio de
estaciones. Según el calendario lunar, de uso oficial hasta hace poco más de
dos siglos cuando fue sustituido por el gregoriano, dentro de las veinticuatro
estaciones que comprendía, la última de ellas se correspondía con la transición
entre invierno y primavera, dando fin al año lunar y comenzando un nuevo ciclo.
Actualmente ciertos ritos siguen empleando el antiguo calendario, como es este
caso.
La celebración en Asakusa |
La celebración tiene lugar tanto
en templos como en domicilios particulares, colegios y demás instituciones,
consistiendo en arrojar un tipo de semillas de soja tostadas (en algunos casos
se llegan a emplear judías o cacahuetes) a aquel que lleve puesta una careta de
demonio mientras se grita ¡oni wa soto,
fuku wa uchi! (¡Fuera los demonios, dentro la fortuna!), con el fin de
atraer buenos deseos y alejar la mala suerte. Después, para completar el
ritual, se suele comer una semilla por cada año de vida.
Entre otras tradiciones
complementarias se incluye la de comer un tipo especial de rollo de maki (ehō-maki)
que no debe ser cortado. Se debe hacer por la noche, mirando en la dirección de
la buena suerte, marcada esta por el símbolo del zodiaco correspondiente al año
venidero. También en algunas casas se colocan adornos formados por ramas de
acebo con cabezas de pescado para ahuyentar a los malos espíritus.
Nosotros pasamos el Setsubun en
Tokio, comprobando la tarde de antes (recién aterrizados) como en el templo
Zojo ya tenían listo el escenario para las celebraciones. El día de la fiesta
visitamos por la mañana el santuario Yasukuni, aunque aquí por desgracia no
realizaron ningún acto especial. Por la tarde nos dirigimos a Asakusa,
resultando clave para inmiscuirnos en la fiesta.
"No hace falta superar la gran puerta de entrada para notar el jolgorio.
Las calles rebosan gente, los puestos de comida desprenden mil y un olores,
todos atrayentes al olfato y tentadores para el paladar, el incienso a lo lejos
se eleva desde el templo hacia lo alto, confiriéndole un aspecto aún más sacro
si cabe. Al poco una comitiva empieza a desfilar ante nosotros anunciando,
repique de varales mediante, la llegada de los sacerdotes. Decenas de faroles
se elevan sobre el público mientras las semillas comienzan a repartirse. Poco
después, en un escenario ubicado en el lateral del templo, tiene lugar una
curiosa representación."
No hay comentarios :
Publicar un comentario