La villa histórica de Hokkaido

24 marzo 2017



Conocida como Kaitaku no Mura (開拓の村), la villa histórica de Hokkaido, situada a la afueras de Sapporo (capital de esta región de Japón), es uno de los mejores museos al aire libre de los que he podido disfrutar en mis viajes por el mundo. En ella se recoge la historia más reciente de la isla a través de los cerca de 60 edificios que la componen, dando lugar a un conjunto que más que una mera exhibición parece un pueblo con vida propia. 


Entrada del museo de la villa histórica de Hokkaido

Previo a la era Tokugawa y el cierre de Japón al extranjero esta zona gozaba de cierto prestigio comercial e intercambiaba materias con los países cercanos, además de los contactos culturales que eran intrínsecos a este proceso. Desde entonces, y hasta prácticamente finales del siglo XIX, Hokkaido fue una provincia relegada al olvido y entregada a los designios de la naturaleza y el dominio de las primitivas tribus que la habitaban. Con la llegada de la era Meiji y la reapertura del país en el año 1868 las miras se pusieron una vez más sobre estos territorios con el fin de favorecer su desarrollo y explotación, incentivando la inmigración y cambiando el antiguo nombre de Ezo por el actual por la que todos la conocemos. 


Casas del museo de la villa histórica de Hokkaido


El museo recoge y conserva muchas de las construcciones más representativas de este periodo y el que le siguió, la era Taisho. Fueron reubicadas desde sus lugares originales en este recinto con el fin de ser testigos mudos del progreso de la región, manteniendo sus funciones originales y trasladando al visitante a una época ya pasada que sigue emanando vida por todos sus rincones. Los edificios quedan repartidos en cuatro sectores, siendo la parte dedicada a la ciudad la que concentra un mayor número, incluyendo colegios, bancos, almacenes, una consulta médica, oficinas, tiendas de múltiples productos y hasta un ayuntamiento. El resto de zonas las componen la villa de pescadores, la villa de montaña y las granjas. 

Villa de pescadores museo de la villa histórica de Hokkaido
Villa de pescadores

 Nosotros comenzamos recorriendo la urbe por su calle principal, bien cobijada por una hilera de árboles a cada lado, por donde un viejo vagón tirado por un caballo da muestra de cómo era el transporte antaño. Repasamos las fachadas con la mirada, sintiéndonos como si el tiempo hubiese retrocedido un siglo a nuestro alrededor. Incluso nos cruzamos con mucha gente que va vestida con el kimono tradicional. Inmersos como estamos en el pasado comenzamos a sentir la necesidad de adentrarnos en las casas y descubrir los secretos que guardan. Aunque en un primer momento nos surge la duda de si esto es factible, esta queda resuelta antes incluso de compartirla entre nosotros. El museo no solo está vivo por fuera, sino que por dentro es aún mejor si cabe. 

Kimonos en el museo de la villa histórica de Hokkaido


Pupitres y pizarra en el colegio con los alumnos atendiendo con sus libros y apuntes bien dispuestos, en el banco la caja fuerte reluce como el primer día y las ventanillas están abiertas, el doctor no está en su consulta y parece haber olvidado sus instrumentos, en la cárcel nos dan una cálida bienvenida desde las jaulas y en la tienda de golosinas nos ofrecen dulces y juguetes a precio de ocasión, sin olvidar que tenemos nuestras camisas en la sastrería. Es posible adentrarse hasta en los baños, pudiendo pasar por otras estancias como cocinas con el fuego encendido calentando la comida o guiarnos por el olor del incienso hasta alcanzar el templo local. Y no solo eso, sino que además se nos invita a interaccionar con infinidad de objetos. Todo está cuidado al detalle, empezando por los carteles que a modo de orientación nos indican la función y el porqué de cada atracción. Realmente hemos regresado al Japón de principios del siglo XX. 


Templo en el museo de la villa histórica de Hokkaido


El periplo prosigue por la villa de pesca, donde los aparejos ya están colocados y las capturas de los días previos secándose bajo el sol. En la granja los animales pastan tranquilos, mientras que la zona de montaña los troncos se apilan a la entrada de las casas, con el olor inconfundible del humo rodeando las cabañas. Toda la esencia de la isla concentrada en este espacio, una recreación perfecta en un ambiente ideal.


Tienda en el museo de la villa histórica de Hokkaido


 La sensación de viajar en el tiempo en la villa histórica de Hokkaido es espectacular, casi indescriptible; hay que vivirlo para ser consciente de lo que es y dedicarle el tiempo que se merece, pues la visita merece la pena, y mucho. En mi caso, enamorado como estoy de esa época de transición entre el Japón de los samuráis y la llegada de la modernización, pasar por este lugar confirió de vida al sueño por encima de cualquier cosa que hubiese podido imaginar. 


Sastreria en el museo de la villa histórica de Hokkaido

Este tipo de iniciativas preservan la historia y costumbres de los pueblos para las futuras generaciones y suponen la mejor forma de darles a conocer nuestro pasado, tan alejado de las comodidades de las que disponemos hoy en día. ¿Conocéis sitios similares? ¿Qué sensaciones os han dejado después de la visita? 

Museo de la villa histórica de Hokkaido
Conmemorando el día de nuestra visita

Colegio del museo de la villa histórica de Hokkaido
El colegio de la villa

Banco del museo de la villa histórica de Hokkaido
El banco

Vagón tirado por caballo en el museo de la villa histórica de Hokkaido

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